ES EL MOMENTO DE RECAPACITAR Y REPENSAR , SOBRE UN NUEVO MUNDO DONDE SÓLO EXISTA ARMONÍA ENTRE EL HOMBRE - LA TIERRA Y EL UNIVERSO.
La conmemoración de este 22 de mayo como día internacional de la Biodiversidad, tiene por objetivo reflexionar en virtud de los peligros que se ciernen sobre ella, como se desprende de distintos estudios realizados que reflejan que: “el mundo se encuentra ahora en medio de la más rápida extinción masiva de seres vivientes en la historia de nuestro Planeta” y “ha perdido un tercio de su riqueza natural”. “El empobrecimiento de la biodiversidad constituye uno de los aspectos más preocupantes de la crisis ecológica mundial. Se estima que entre 50 y 300 especies se extinguen cada día”.
Ello tendrá una relevancia vital en relación a la discusión global sobre el aprovechamiento y utilización de los recursos derivados de la biodiversidad a través del uso de biotecnologías de última generación. Esto conduce a la siguiente pregunta: ¿La biodiversidad servirá de soporte al mejoramiento de la condiciones de vida de toda la humanidad? o en su defecto ¿beneficiará a aquellos sectores que poseen la tecnología para su transformación y comercialización?
Hoy se está hablando de la entrada a una nueva era: “el siglo de la biotecnologías”, caracterizado por una capacidad inédita de moldear la naturaleza y de crear una fauna y una flora bio-industriales”.
En esa dirección las grandes multinacionales tratan de controlar en su provecho los logros de esta nueva revolución industrial, expresada en el dominio del patrimonio genético. “Lo que puede parecer una loca pretensión es factible, gracias a la extensión de la patentabilidad al mundo viviente”.
Observemos simplemente como la ciencia y la tecnología han dado un vuelco sin precedentes y han orientados sus investigaciones y estudios hacia el campo de la manipulación genética tendiente a la transformación y aprovechamiento de estos recursos, utilizándose especies no tradicionales como base para alimentos y medicamentos, en un mundo que día a día demanda más y mejores productos.
Si a ello sumamos el hecho de que los países del Norte han agotado gran parte de sus recursos de flora y fauna, habiendo extinguido de miles de especies antes de que pudieran ser estudiadas o catalogadas, tenemos un panorama más que difícil. Sepamos que un país como Colombia, tiene una variedad biológica mucho más rica en cantidad y calidad, que la de la Unión Europea.
Existe un tremendo potencial económico, científico y político escondido detrás de estos recursos, mayoritariamente localizados en los países empobrecidos de la tierra y muchas de sus especies aún no han sido descubiertas o estudiadas.
Ello tendrá una relevancia vital en relación a la discusión global sobre el aprovechamiento y utilización de los recursos derivados de la biodiversidad a través del uso de biotecnologías de última generación. Esto conduce a la siguiente pregunta: ¿La biodiversidad servirá de soporte al mejoramiento de la condiciones de vida de toda la humanidad? o en su defecto ¿beneficiará a aquellos sectores que poseen la tecnología para su transformación y comercialización?
Hoy se está hablando de la entrada a una nueva era: “el siglo de la biotecnologías”, caracterizado por una capacidad inédita de moldear la naturaleza y de crear una fauna y una flora bio-industriales”.
En esa dirección las grandes multinacionales tratan de controlar en su provecho los logros de esta nueva revolución industrial, expresada en el dominio del patrimonio genético. “Lo que puede parecer una loca pretensión es factible, gracias a la extensión de la patentabilidad al mundo viviente”.
Observemos simplemente como la ciencia y la tecnología han dado un vuelco sin precedentes y han orientados sus investigaciones y estudios hacia el campo de la manipulación genética tendiente a la transformación y aprovechamiento de estos recursos, utilizándose especies no tradicionales como base para alimentos y medicamentos, en un mundo que día a día demanda más y mejores productos.
Si a ello sumamos el hecho de que los países del Norte han agotado gran parte de sus recursos de flora y fauna, habiendo extinguido de miles de especies antes de que pudieran ser estudiadas o catalogadas, tenemos un panorama más que difícil. Sepamos que un país como Colombia, tiene una variedad biológica mucho más rica en cantidad y calidad, que la de la Unión Europea.
Existe un tremendo potencial económico, científico y político escondido detrás de estos recursos, mayoritariamente localizados en los países empobrecidos de la tierra y muchas de sus especies aún no han sido descubiertas o estudiadas.
ampliación en la página http://www.alihuen.org.ar/
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